miércoles

Los que hablan, los que se quedan callados, los que cierran sus percianas sin dejarlas entreabiertas si quiera para saber si amanecerá algún día… los oidos se rompen, los puños se aprietan intentando atrapar la arena del tiempo inexistente pero exasperadopor nuestra indagación… Las manos se entumen sin posibilidades de misericordia mientras todos urgimos y rogamos por caricias

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