miércoles

Entre manos

Me dijeron que las lineas de mis manos eran cicatrices.

 Que desde pequeña se formaron y en lugar de tener la común M en la palma, tenía unas líneas amorfas que se perdían buscando dirección.

La señora de la barra tomó mi mano con seguridad y entre mi asombro  y su dudoso don adquirido por un libro, abrió los labios.

Para mi sorpresa, estaba acertada. Hizo una gesticulación de tremenda ternura al descubrir un poquito de mi alma, supongo que se colaba entre mis pupilas o se escapaba por mis fosas nasales. Realmente no creo que las lineas rectas de mi mano me dibujaran el Alma.

Aún así, me sentí permeable ante sus palabras. No era ella...porque era moderadamente ordinaria.

Eran las letras de su boca juntando enunciados reales sobre mi.

"Las corazas te han rodeado". (cierto)

Son corazas de papel, se mojan con la lluvia, con el llanto, la saliva...  (cierto)

No hagas corazas, mejor has Origami. (posible)

Has aves, las típicas, no importa. Pero déjalas volar (ideal, posible, cierto)

Claro, ella no me dijo eso, sólo mencionó un pasado que dejo  su huella, y uno que otro sortilegio.

Lo que se tragó el mar

La sensación de tu amor es la misma que provoca el más hermoso atardecer sumergido en el horizonte. Hundido en las profundidades del mar.

Tú ponle el nombre, que

yo

no puedo.

martes

Dia de casi muertos


Te voy a contar una historia 
toma lugar en el centro

Alrededor de las 5:00pm

Una muchacha pequeña con una canasta y dos ramos de sempazuchil esta en el semáforo de juarez esperando su turno para caminar (esa soy yo). En eso, una señora gorda de tacones angostitos grita "persiiiiganlo" y un bodoque moreno con playera de rayas empieza a correr como cuete con tal de cruzarse a la calle opuesta. Alguien lo persigue. La señora sigue gritando y la gente se alborota. Todos los hombres, siendo o creyendose muy machos, persiguen al señor de rayas
el deja su trayectoria en linea recta y empieza a correr en círculos porque se ve atrapado.

cae al suelo.

la gente lo golpea.

yo sigo en el semáforo con mi canasta y dos ramos de sempazuchil. Escucho a un peatón decir que "se debe hacer justicia". 

Al señor de rayas lo seguían golpeando.

El semáforo se puso en verde. Caminé a mi carro.

viernes

Jugando timbre y corre


Nunca se habla de las puertas. 

Siempre hablamos del jarrón sobre la mesa, o de la vista a travez de la ventana, cuando uno esta sentado sobre el sillón verde...alado de la mancha de café...

Pero quién habla de las puertas? del millón de veces que tuviste que tocar...no solo en esa, pero en la 1, la 2, la 3 y la 304...hasta que una decidió abrir.

Si, no me cuentes que la primera puerta con chapa dorada y tapete "welcome home" te dejo entrar, porque tú y yo sabemos que estariamos mintiendo... que el brillo de tus ojos sería falso.

En realidad, tuviste que hostigar entre tus bolsillos, tu cartera, tus zapatos... para encontrar el pasador abandonado por un amor perdido... para abrirlo de par en par, deslizarlo por la cerradura y mover arriba abajo arriba abajo izquierda derecha diagonal hasta que por findiera de sí, y pudieras admirar tranquilamente esa ventana... esa ventana que son sus ojos, y el jarrón que es su vientre y el sillón sobre el que reposas tu rostro, que es su pecho.

En verdad fueron muchas.

Incontables.

Pero finalmente... ese pasador que llegaste a pensar dispensable, encajo sus dientecitos en el lugar adecuado, y te dejó entrar a ese lugar tan esperado, tan oculto, tan... ella.

miércoles


Vida Uno: Flotantemente agua

Surgí de los pulmones de un infante candoroso, fértil a este mundo lleno de viento semilla y sol.

De sus labios ingenuos salieron aire y alma, y surgí divisa como mitosis de su ser. 
Redonda, flotante... la mezcla perfecta de elementos ligeros y acuosos para formar la alquimia de una frágil burbuja.

Yo volátil, yo ligera, yo etérea.

El karma suficiente y necesario para habitar en el aire como aire encapsulado; presente y observante, capaz de ver los rostros y el viento desde una liquida lupa, seguidora de las corrientes del viento.

Llegue transparentemente aislada, suave y leve.

Fuerte por esa natural fragilidad que me hizo intocable.

Me fascinaba ver a los niños viéndome con sus ojos bien grandotes, aún más grandes y abiertos desde mi interior magnificante.  

De vez en cuando la mirada de algún adulto soñador, o hasta el vuelo bajo de algún ave...


De pronto el silencio.

A mi sorpresa no era la única etérea frágil flotante. En el aire veía un destello cristalino, tornasol; un pequeño bodoque atolondrado se entretenía con las mismas sustancias de mi ser: frasco en mano, pulmones vivos boca ligeramente abierta: FLUSHHH

Un soplido. 

Le vi volando, a lo lejos, cada vez más parecida a mi, más cercana y redonda.

Sabia que era mi fin.

Quise escabullirme entre los pasillos del viento, a la vuelta de la esquina de una nube gorda... pero no podía, no podía controlar mi dirección. El viento me llevaba y no sabia flotar contra corriente.

Sentí como poco a poco me desvanecía.

Mi pequeña esfera se fundía y se mezclaba con el aire de alguien más... con el aliento encapsulado de un extraño. 

Presentí un aturdente SPLASH! y el asotón de mi cuerpo al desintegrarse contra el suelo.

El agonizante calor del asfalto comenzó a envolverme... y las pocas gotas restantes de mi ser se evaporaron con el sol...


Vida Dos: El vuelo del viento 


Llegué un poco mas sabia, un poco mas atenta, un poco mas tangible.

Llegué como un ave, larga y migratoria.

No se que habré hecho en mi corta vida burbuja para arribar con plumas, mas no me quejo, que con alas vengo.

Sigo viviendo la vida desde el tercer piso, desde lo alto de las nubes gordas y los naranjas del atardecer. 

De vez en cuando desciendo a escuchar el parloteo de los humanos; los escucho cacarear en supuesta sintonía, los veo transportarse en esas inferioridades que osan llamar piernas: tan sujetas al suelo y a la maldita gravedad.

Me pregunto a que le llaman libertad. ¿Cuando se encierran en un armatoste acondicionado, con turbinas voladoras? Ni siquiera las nubes pueden tocar.

Yo he probado el sabor de la neblina. Se a que sabe una nube gris o una nube que apenas pinta el cielo. Me se el sabor de la lluvia antes de que toque el suelo y las gotas cristalinas al bajar.

Pero no hay libertad ni alma que venga con calma y entre cielo  raso y suelos bajos, viene la nostalgia: Mi nido no permanece por mas de la temporada, y aunque tenga compañías, siempre estoy a lejanías. 

Solo llamo casa al viento, pues lo demás resulta ligero, incierto. 

Volador


Vida Tres: Perpetua piel 

Recuerdo que admiraba el cielo con la atención de un ave volando cautelosamente libre entre la noche. 

Sentía una capa extraña sobre mi... como si caucho hubiese sido derramado suavemente sobre mi, y solo tuviese pequeñísimas pecas de respiro... orificios diminutos por los que podía probar el aire.

El tiempo... algo que nunca había sentido.

Poco a poco se ha estirado mi piel. Me he ido acostumbrando al color cafe rosado de mi carne, al tono atintado de mis labios... esos labios; el único vuelo que ha llegado a transportarme a algo remotamente parecido al cielo, entre mis sueños y desvelos.

Lentamente aprendí a pararme sobre mis pies, a alzar los brazos con candor. 

He aprendido a mirar; a observar los gestos de las personas al andar; si agua nubla sus ojos o se escabulle por sus esquinas, puedo acercarme y abrazarle, o siquiera preguntar qué anda mal. Si alguien me extiende la mano, debo concentrarme en no apretar muy fuerte, en no apretar muy suave... no quiero parecer retante ni incierta. La presión precisa para afirmar mi voz y mi existencia. 

También he llegado a saber que si miro a un hombre, por mas de diez segundos, insinúo algo. Y si no tengo intensiones de insinuar, pues mejor sólo lo veo por cinco. Pero es que a mi siempre me ha gustado verles por más. Claro, desde una lente ingenua como yo, porque me gusta imaginarme historias en sus ojos, y en la grieta de sus iris puedo verle sus mentiras y verdades, sus miedos... y eso siempre me entretiene mientras mi madre paga en el súper o el cafe y yo, aparentemente finjo insinuar algo. 

Ahora, con los años, noto que tengo que acomodar todo en lineas. Siento un leve desconfort si mis lápices no están ordenados, o mis libros no decrecen de mayor a menor tamaño.

Además, siempre quiero gritar cuando alguien me abraza muy fuerte. Quizás se acercan demasiado. De por sí mi piel es suficiente barrera contra el viento... y de repente se multiplica por dos o por cuatro si aquel que abraza es gordo. 

Si... quizás soy levemente autista. Nada mal para mi primera vida como humano.

Viniendo de los cielos, mi habilidad social no sería la más ágil ni la más cálida... Aunque siempre me ha gustado no poder nombrar mis sentimientos, o en todo caso, los de los demás; Sentir el otoño dentro de mi cuando mamá cierra la puerta para irse a trabajar... o sentir la mirada o el respiro de Saúl en mis entrañas cada vez que me dice “te quiero”. 

Todo es más real. Para que quiero nombres cuando tengo sensaciones. 

Enojo: 
“Sentimiento que una persona experimenta cuando se siente contrariada o perjudicada por otra o por una cosa, como ante una falta de respeto, una desobediencia o un error. enfado”
Tristeza: 
“La tristeza es una de las emociones básicas (no natales) del ser humano, junto con el miedo, la ira, el asco, la alegría y la sorpresa. Estado afectivo provocado por un decaimiento de la moral. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc.”
Quien se dio la ardua labor de definir estas sensaciones tan abstractas? Disculpe raza humana pero yo prefiero el fuego instintivo en mi pancita o el helado soplido en mi pecho...

Y bueno, todo es tan bello desde adentro, desde dentro de mis ojos. El amarillo intenso de las flores es vivir. La manera en que mis poros se erizan con el murmullo de la noche es vivir. Ver otros ojos abrirse por primera vez a la mañana es vivir.

Pero ahora algo ha cambiado. Se que me queda poco, y me voy como llegué: con las manos vacías y el alma flotante, pero un poco más presente, un poco más tangible, un poco más humana.

Disfruté de este reloj de arena lleno de cielos lejanos y pieles, que aunque ajenas, bellas a distancia. Tuve que aprender a leerlas, con cautela y precisión. Y también, aprender a no aprehenderme, porque este mundo puede ser un lugar que te agarra con sus manos y no te suelta cuando te tienes que ir... sin saber que regresarás.

Vida Cuatro: Hola mucho gusto, me llamo Camila

Y hoy, sigo con trazos de ave, trazos de viento y burbuja. Pedazos de distancia y pieles ajenas... Pero esta vez, esta vez es sin duda la más loca, más danzante, la más viva, la más dura y bella de mis vidas

domingo

Seguramente fue tu aire el que llenó las burbujas que perseguía en el parque. Como una niña me vi, persiguiendo ruedas transparentes tratando de rozar tan sólo un poco de tu aliento...

miércoles

hm

Muchas son las palabras que escupimos al son de la demencia y la cadencia del supuesto desprecio. Cuántas de nuestras mentes han rectificado en silencio cuando las velas se apagan y la luz se esconde? En dónde se encuentra esa verdad que al llegar la soledad todos buscamos? Al silencio y en la obscuridad esta esa realidad de la que tanto desconfiamos ¡pero dentro… dentro.
Si me dejaras, yo te llenaría las manos de flores y te cantaría hasta que me callaras con tus labios

burbujas

El dia que flotaste sobre tierras desconocidas y te encontraste igual de fragil y transparente te preguntaste porque querrias ser burbuja, dueña de unos pocos gramos de aire, cuando podrías ser el aire y ya
Los que hablan, los que se quedan callados, los que cierran sus percianas sin dejarlas entreabiertas si quiera para saber si amanecerá algún día… los oidos se rompen, los puños se aprietan intentando atrapar la arena del tiempo inexistente pero exasperadopor nuestra indagación… Las manos se entumen sin posibilidades de misericordia mientras todos urgimos y rogamos por caricias

Madrid

Ven, camina… dijo con la mano extendida Ella lo miro en el alma. Sabía que sus miedos no eran hacia el mundo. Lo que lo detenia era su pensar, sus pasos titubeantes se detenian al silenciar el mundo, cuando su mente le hablaba con esa voz aspera después del cigarro perpetuo que necesitaba al despertar. Ella rozó sus dedos con cada celula de su piel. Sintio los pedasitos de cuticula que rodeaban sus uñas y le dio un aire de ternura. Él pretendía sacar su coraje con su cuerpo. El ritmo del Box y el tabaco le dejaban depurar sus pesadillas mentales, pero sus ojos no mentían, tenía un alma dulce. El negro de sus pestañas definían el borde de sus sueños, pero entre breves parpadeos se dejaba llevar por ellos, y llegar a donde sus alas todavía no lo llevaban.
“En algún segundo el sonido del mar se disuelve con los recuerdos que abundan la mente. En un dos por tres el instante se cristaliza para volverse cuarzo, insoluble, precioso, transparente. Las manos se congelan junto con el deseo de alguna experiencia superiormente satisfactoria. Y los parpados cuelgan con hilos de esperanzas que ruegan por seguir mirando buscando sin saber ni sospechar que los mismos ojos son reflejos de la sangre que da vida… Internamente templada, circulando por la realidad del vientre que la sostiene” — Camila Apaez, Junio 23, 2012
Junio 19, Niza El agua golpeaba entre las rocas. Eran luchas pequñitas entre el liquido que se escabullia por los huecos de las piedras. La marea las arrastraba y ellas se dejaban deslizar suavemente para repetir el mismo movimientouna y otra vez. Creaban una musiquita clickclackclickclackclickclack que se repetía sin cezar Dejo que el agua acariciara sus pies asperos y sintió el suave frio de los mares franceses. Poquito a poquito sus nervios titubeaban mientras su piel se fundia con el verde cristalino. Miraba las rocas y no comprendía como podían ser tan simpáticas, pobres rocas sosteniendo el peso del mar. Tan inocentes y sumisas a lo que las mareas dictaran. Pero ese pensamiento solo rozó su menten. En eralidad se concentraba en sentir como el frío desaparecía despacio; trataba de acomodar sus deditos de los pies a la horma de las piedras, mientras las piedras se acomodaban a la forma de sus pies.

1

Ese instante capturado entre pestañas, entre los dedos entre las pieles que se rozan intercambiando años de historias de brisas de caricias de halientos Con el terciopelo del pasado se enredan entre instantes dejando polvos de momentos que se escurren por los dedos
Marzo Marzo Necesito un poco de distancia para asimilar tu presencia un momento de silencio para ver tus ojos un minuto de calma para entrar por ellos y sentir tu alma Necesito un momento sin tocarte para sentir el espacio entre nosotros y despacio sin priza sentir como se clausura por el contacto de mi piel con la tuya Sentir como la briza que circula entre mi aliento y el tuyo choca contra nuestras mejillas cuando los labios se rozan Quiero sofocarme con tu respiracion mientras tu exhalas y yo aspiro tu ser Y sentir ese maravilloso espacio que me da la certeza que estoy contigo, de que la distancia ya no son paises ni kilometros ni metros si no simplemente briza que se funde al tocar las pieles Tenerte asi, tan cerca, sintiendo apenas el rozar de nuestras celulas me deja sentir la union de las almas que sobrepasan las barreras de la piel Entonces, el momento donde los ojos se cierran, las pestañas se rozan, la briza colide con la piel los alientos se evaporan y el espacio se derrite ese momento, es igual a volar volar contigo